Cuando pensamos en Roma hay ciertas imágenes que secuestran rápidamente nuestra mente.

El Coliseo, la Capilla Sixtina, el Vaticano… Son lugares que todos citamos cuando nos hablan de Roma.

Pero aquí descubrirás que hay muchas ciudades distintas en Roma.

Fue la capital de un imperio que gobernó el mundo, y hoy sigue siendo el centro del cristianismo católico, un templo de la gastronomía o una meca del diseño, el arte y de la moda mundial.

Levantada junto al rio Tíber, en la provincia de Lacio, y a 20 Km del mar Tirreno, es una de las capitales con más historia de Europa.

Actualmente Roma goza de una rica herencia arquitectónica y turística, y sus barrios son una mezcla de edificios antiguos, medievales, renacentistas y modernos.

En Roma hay multitud de lugares con encanto que visitar, desde sus iglesias, museos o monumentos hasta sus estrechas callejuelas y concurridas plazas, llenas de una alegría y estilo que difícilmente vas a poder encontrar en ningún otro lugar del mundo.

Nada en ella te va a dejar indiferente, y la experiencia de sumergirte en su cultura y forma de vida te transformará de manera indeleble.

Roma es, sin duda, una ciudad que debes vivir.

Así que vamos allá.

Panteón

El Panteón de Roma es una perla en el corazón de la Ciudad Eterna. En torno a él la Urbe construye una réplica del orbe. Un pequeño mundo en el que podemos entrar y sentirnos el centro de Roma, de esa Urbe y del Orbe.

El Panteón de Roma (o Panteón de Agripa) mundialmente famoso y que conocemos actualmente se construyó en los albores de la época imperial. Luego, se inició su reconstrucción en tiempos de Trajano tras un terrible incendio en el año 110. Y, al final, sería el emperador Adriano el que lo concluyera (123-125 d.C.). Con Adriano renacía así en formas más grandiosas y simbólicas el templo que había sido promovido por Agripa (63-12 a.C.).

Según Casio Dione el nombre derivaría de la cúpula, reproducción de la cúpula celeste, sede de todos los dioses (pan-theos). De hecho, Adriano había puesto en el centro de cada uno de los cuadrados una estrella de bronce dorado. Así recreaba el cielo estrellado que había acogido a Rómulo y al ‘divino’ Julio César. De hecho, una antigua tradición de época clásica indica que en este lugar Romulo fue llevado al cielo por un águila.

Qué comer y dónde en Roma es una de las primeras cosas que hay que saber bien cuando visitas esta ciudad.

Desde pastas famosísimas, como la carbonara o la cacio e pepe, a todo tipo de carnes, pasando por deliciosos postres y, por supuesto, buena bebida que acompañe.

En Roma vas a disfrutar de una gastronomía excelente y en esta sección te vamos a mostrar algunos de los mejores restaurantes romanos para disfrutar de su esencia y de dicha gastronomía local.

Tonnarello

Situado en el corazón del Trastevere, la parte más cultural e histórica de Roma, el restaurante Tonnarello mantiene una carta de cocina tradicional, con recetas pasadas de generación en generación pero actualizadas a los gustos actuales.

Su ubicación le confiere ese aire festivo de la Roma más alegre y bulliciosa, pero sin olvidar el cuidado en la elaboración de los platos y en la atención exquisita del personal.

Y es que, a pesar de su sencillez, este es un restaurante que nos ha atrapado el corazón, y que debes conocer cuando visites Roma. 

Hotel Raphael

A pocos pasos de la Piazza Navona, y con una fachada cubierta de parras vírgenes, esta magnífica “maison», te sumergirá en un fascinante universo en las cercanías del Panteón, de la Plaza de España y de la Basílica de San Pedro: un punto de partida ideal para vivir la elegancia de Roma.

Ideado por Spartaco Vannoni, el Hotel Raphaël es un verdadero museo de obras de arte: cuadros, litografías, esculturas, piezas de anticuario y una preciada colección de cerámicas de Picasso y de arte Maya.

En la terraza Bramante podrás degustar una cocina muy cuidada, mientras contemplas la magnífica vista sobre la ciudad.

Moda

Cuando la moda de la ciudad que visitas es de talla mundial ésta pasa a convertirse en un souvenir que debes considerar.

Y es que Roma se ha convertido en la actual Meca de la moda superando, incluso, a París en el corazón de sus clientes.

Desde lo más clásico, como pueden ser Armani o Salvatore Ferragamo, a lo más transgresor, como lo fue Elsa Schiaparelli en los veinte, la creatividad de Versace o la dulzura de Nina Ricci, todo ello ha influído de forma decisiva para coronar el Made in Italy como ‘La autoridad’.

Una autoridad que proviene de los pequeños talleres artesanales italianos de la antigüedad que dieron paso a las grandes firmas actuales como Gucci, Prada, Fendi, Giorgio Armani o Dolce & Gabbana, siempre apuestas seguras, y cuya adquisición en la misma capital italiana aporta un valor añadido (y sentimental) al producto.

¿Dónde encontrar estas tiendas?

Las sedes principales de la mayoría de las firmas de moda se asientan en los alrededores de la Piazza di Spagna, concretamente en las vias Condotti y Borgognona, consideradas las calles con más estilo de Roma y que, definitivamente, debes recorrer en tu visita a la ciudad italiana.

Todos los caminos llevan a Roma.

Si esto era cierto en la época del Imperio Romano, hoy sigue siendo una realidad.

Puedes escoger el medio que desees, que encontrarás compañías que te lleven.

Por supuesto todas las compañías aéreas tienen vuelos continuos al Aeropuerto Internacional Leonardo da Vinci, aunque muchos lo conocen por su nombre extraoficial, el Aeropuerto Internacional de Fiumicino.

Guías turísticos

Un último apunte.

Podrías pasarte un mes entero en Roma y no terminarías de descubrirla. Por ello, y siendo una ciudad con tantos y tan buenos rincones distintos por descubrir, una opción muy interesante, a la hora de plantearte viajar a ella, es contratar los servicios de un guía turístico profesional para que diseñe una ruta adaptada personalmente a tus intereses.

Bien sea que la prepare para que tú la sigas por tu cuenta, o bien que te acompañe durante tus salidas, vas a descubrir lugares y aspectos de la ciudad que, de otra forma, nunca podrías imaginar.

Espero haberte logrado transmitir al menos una ínfima parte de lo que la ciudad de Roma nos ha transmitido cada vez que la hemos visitado y te anime a conocerla, y si ya la conoces, a revisitarla con nuevos ojos.

Y no olvides despedirte de la ciudad arrojando una moneda a la Fontana di Trevi.

Roma siempre merece una nueva visita.